Traigo a la memoria de los lectores lo sucedido en el 85. 09/09/1985 A pocos días de la posesión de Alan García, la cúpula militar y altos funcionarios de la administración Belaúnde son objeto de sospechas por posible vinculación con la mafia. El estallido del laboratorio de coca más grande que se haya conocido en el Perú, apenas vino a sentirse en todo su rigor esta semana, quince días después que en una mansión del barrio Surco -el Chicó limeño- volaran los utensilios al zarzo. El 24 de julio, día de la explosión, el suceso no pasó de ser en Lima otro récord delincuencial, apagado por los anuncios ruidosos del nuevo presidente, Alan García, en el sentido de recortarse el sueldo, coger por los cachos la bestia de la deuda externa y moralizar el Perú. Es más: dos días antes de la posesión de García, la explosión de tres carros bombas del Sendero Luminoso mereció la primera plana en trece de los 16 diarios peruanos, mientras que la del laboratorio apenas cupo, destacada, en cuatr